*A punto de cumplir 100 días al frente de la administración federal, de forma abrumadora, la gran mayoría de los mexicanos está de acuerdo en la forma en que se desempeña la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum Pardo.
El idilio de los mexicanos con la presidenta, Claudia Sheinbaum, se mantiene 100 días después de su llegada al poder, con porcentajes de aprobación que alcanzan el 80%, cuatro puntos más que hace solo un mes. No hay muchos elementos todavía para calificar un buen gobierno, pero tampoco para criticarlo, de modo que la ciudadanía se siente satisfecha con el voto que emitió en las elecciones, que alzaron a Claudia Sheinbaum como la persona con más sufragios de la historia reciente del país.
“Tendría que haber ocurrido un enorme desastre para que una persona que recabó tantos votos perdiera apoyos en tan poco tiempo”, asegura Heidi Osuna, directora de Enkoll, la casa que ha levantado esta encuesta para EL PAÍS y W Radio entre el 3 y el 5 de enero mediante 1.203 entrevistas en viviendas.
El voto retrospectivo siempre es más alto que el real, es decir, cuando se pregunta a la gente a quién votó en las anteriores elecciones, la mayoría se sitúa al lado del ganador. Eso es lo que ocurre también ahora con Sheinbaum. Y al que más perdió, más preferencias se le quitan. Es el efecto Mateo.
Los problemas del país no han cambiado y la gente los identifica con certeza: el bloque de la inseguridad y el narcotráfico recaba el mayor porcentaje de respuestas (45%), seguido del económico (25%) y la corrupción (12%).
Pero no fue la violencia, por más que espante, el factor que movió el voto el 2 de junio ni el que determina hoy la consideración que la gente tiene de la presidenta. Son las pensiones para los jubilados, las becas educativas, las ayudas a las comunidades indígenas o al campesinado, a las personas con discapacidad o a las mujeres, lo que más se valora en el gobierno de Sheinbaum, con un 41% de respaldo entre el total de políticas que se mencionan. Entre quienes aprueban la gestión hay, además, un 19% que no sabe por qué o que no responde. He ahí el idilio.