Comúnmente entendemos independientemente de lo que signifique amplia y realmente _el karma_ como: aquella consecuencia buena o mala que depende estrictamente de nuestro actuar, es decir, sí haces – el bien – se te regresa tal o tales en acciones en bienes; Sin embargo, cuando actuas de forma maliciosa se te regresará tal actividad en algo malo o peor.
Muchas y muchos dicen que el fútbol soccer no es excluido de dicha relación karmática, y hoy Fernando Gago y Martín Anselmi tienen muchas deudas que pagar en ese sentido con la afición de sus anteriores equipos en México, en otras palabras, derivado de su conducta poca ética traen déficit karmático severo que pagar.
El problema (con el karma) radica en que en muchas ocasiones actúa de forma «misteriosa» o (muy) lenta, o simplemente no llega en esta vida terrenal la (supuesta) justicia karmática, no obstante, con estos dos entrenadores no fue así.
Hoy Gago en Boca Juniors y Anselmi en el Porto sufren de una pésima racha, donde sus hinchas a un par de semanas de su llegada, ya están pidiendo su salida de sus clubes respectivamente por los malos resultados obtenidos. ¡La justicia karmática llegó pronto!
En conclusión: nunca disfrutaré de que a alguien le vaya mal, porque eso, me pondría en igualdad de condiciones que las personas que actuaron mal, empero, en está ocasión me quedaré con la siguiente reflexión: cuando en una relación amorosa, la pareja que se queda con la o el «exinfiel» es la que pierde. ¡Nos leemos pronto!
