El Grupo Atlacomulco siempre tuvo en Eruviel Ávila a un dirigente del PRI como piedrita en el zapato: aunque necesario disfrutó de una independencia que otros liderazgos no gozan. De ahí su abierto diálogo con Morena y que en 2017 fuese congelado por el propio Enrique Peña Nieto, cuando fue responsabilizado por la cerrada elección a gobernador.
El bastión de Eruviel -como es de todos conocido- es Ecatepec, municipio que no ha podido retener o a través del cual se han probado sus coqueteos con la 4T. Ahora gobierna Morena. Según pudo saber LPO, el renacimiento de Nueva Alianza en Edomex apuntaría a una venganza del gobernador Alfredo del Mazo contra el senador Eruviel Ávila.
Al estilo priista, con la ayuda del Tribunal Electoral del Estado de México, Del Mazo Maza habría restaurado el poder y financiamiento al dirigente estatal de Nueva Alianza, Mario Alberto Cervantes Palomino, un viejo cuadro del magisterio de Elba Esther Gordillo que nunca dejó de ser priista (aunque la exlideresa sí). Un pago por su apoyo a Alejandra del Moral.