El huracán llegó a ser de categoría 4, lo que implica que puede causar «daños catastróficos», de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Pero antes de llegar a suelo estadounidense bajó a categoría 3 y tocó tierra minutos antes de las 8 de la mañana del miércoles cerca de Keaton Beach, en la costa noroeste de Florida.
Con el paso de las horas fue disminuyendo la categoría de riesgo.