• Lun. Oct 21st, 2024

¡SUICIDIO PRIÍSTA!


*La reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, como dirigente nacional del tricolor marcará la muerte política de un partido en caída libre y con un presidente de comité aferrado al poder, pero cuyos resultados han sido totalmente negativos.

Como se esperaba, Alejandro Moreno Cárdenas, resultó ganador de la elección interna del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y continuará como dirigente del PRI hasta 2028, luego de que en días pasados se aprobara una reforma para ampliar su liderazgo otros cuatro años y quedarse hasta 2032.


El PRI está herido de muerte por sus pésimos resultados electorales pero a nadie parece importarle, ya que alrededor de un millón y medio de priistas en todo el país votaron a su próximo dirigente nacional para el período 2024-2028. De acuerdo al último padrón de militantes del PRI ante el Instituto Nacional Electoral, pudo emitir su voto un millón 411 mil 889 de afiliados.


Alejandro Moreno, fue reelecto como dirigente nacional del PRI con el voto del 97 por ciento del Consejo Político, órgano afín al campechano quien presumió un proceso interno democrático. Dará la puntilla a su partido, que podría correr la misma suerte que un PRD que terminó perdiendo el registro. Tan solo en Edoméx, perdió 400 afiliados en solo 2 años. A nivel nacional, se le fueron 5 millones de militantes.


Con el voto de 440 integrantes del Consejo Político priista, frente a los ocho que consiguió Lorena Piñón, esta tarde Moreno Cárdenas recibió su constancia de mayoría, junto con Carolina Viggiano como secretaria general. «El PRI no volverá a ser un partido de élites ni de notables», advirtió entre la ovación de los asistentes.



En su primer mensaje ya como dirigente reelecto, Moreno Cárdenas dijo que la fórmula que le compitió tuvo el valor y el talante de participar en el proceso interno y dijo que el desafío del partido es replantear el rumbo, porque «el partido se encuentra en la posición más compleja. Ha perdido apoyo popular» y pidió no sucumbir ante el fatalismo y los ataques de quienes quieren ver al PRI tocar fondo.