*La escasez del vital líquido en el Valle de México, empuja a la población afectada a realizar acciones cada vez más contundentes para exigir tenerlo de forma regular.
La disponibilidad de agua en el mundo es baja, ya que para satisfacer las necesidades humanas, solamente el 3 por ciento de la que existe en el mundo es potable y lo que es peor, en el Valle de México la principal fuente de abastecimiento del vital líquido, el Sistema Cutzamala, cada vez se encuentra más por debajo del nivel que debería tener, para llegar a los hogares de los ciudadanos.
Esta situación ha derivado en la reducción acentuada del caudal que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), canaliza a los municipios conurbados del Estado de México a la capital del país, lo que ha dejado atados de manos a los alcaldes y alcaldesas mexiquenses, quienes se ven impedidos de dotar de suficiente agua potable a sus gobernados.
Abrir la llave del agua en casa y percatarse de que no hay ni gota para atender las más elementales necesidades, ha desencadenado la desesperación y enojo de los habitantes del Valle de México, quienes reclaman a la autoridad más cercana (los municipios) y le exigen una respuesta clara para tener de forma regular el vital líquido en sus domicilios, incluso, efectuando bloqueos a las vialidades principales, desquiciando el tránsito vehicular, afectando los derechos de terceros.
Pero la realidad es que politizado y no politizado, el fondo del asunto es sencillamente que no hay agua disponible en la cantidad que se requiere y que la falta de previsión por no haberse creado una fuente alterna de abasto que no fuera el Cutzamala, ahora está pasando la factura, convirtiendo la escasez en factor de una creciente tensión social que amenaza con que se realicen acciones cada vez más contundentes de parte de los mexiquenses afectados por dicho problema.